28 sept 2011

En el camino de mi vida he tropezado muchas veces y en medio de la caída lloro del dolor, dejo pasar el tiempo y esperar que la herida sane, cada día la reviso y veo como el tiempo hace su trabajo de cicatrizar, tal vez quede una marca que me haga recordar ese tropiezo, pero aprendí lo más importante, A no quedarme en ella, a levantarme, me hice más fuerte en cada resbalón y esa marca me demuestra no solo lo frágil que puedo ser, sino la fortaleza con la que fui capaz de levantarme. Aprendí a construir mi nuevo camino.


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